Antonio Cassella (2018i) supuso que algunos Sabios de la "Casa de Thoth" del antiguo Egipto quedaron impresionados en el siglo 27 AEC (Antes de la Era Común) por el hecho que el asterismo conocido como "Cruz del Norte" (ahora en la Constelación del Cisne) apunta al cruce de dos círculos que contienen cada uno más de tres puntos.
El círculo del Norte es formado por Deneb, Sadr (o Gamma Cygni), Albireo y las tres estrellas del Cinturón de Orion; mientras que el Círculo del Sur es formado por Epsilon Cygni, Sadr, Delta Cygni y la estrella Sirio.
El cruce de los dos círculos determina una línea base común orientada de oeste a este, que es paralela a la mirada de la Esfinge de Giza hacia la salida del sol.
Khufu, el segundo faraón de la Dinastía IV, debió tomar la decisión de replicar en suelo egipcio la disposición de los dos círculos astronómicos. En verdad, tres de sus hijos--Khafre, Djedefre, y Menkaure--siguieron su ejemplo de construir en el altiplano al oeste del Nilo pirámides masivas en correspondencia con los dos círculos celestiales. Los Romanos saquearon la pirámide de Djedefre, al noroeste de Giza, mas el peso de los componentes de las otras tres pirámides, las ayudó a resistir el saqueo causado por la expansión urbana.
Cassella (2018i) planteó también la hipótesis que el cruce de los dos círculos en tierra y las 4 pirámides ubicadas en ellos constituían una triangulación de primer grado, que permitía a los faraones reconstruir algunas señales clave después de las inundaciones milagrosas del Nilo.
Al alinear las 3 estrellas de las alas de la constelación del Cisne, en el asterismo conocido como "Cruz del Norte" (y no el cinturón de Orión), con las 3 pirámides de Giza, Cassella (2018i) encontró (y cualquier persona encontrará) que:
Para Cassella (2018i), la cabeza de la Esfinge (re-esculpida por el faraón Khufu) representa la computación clásica (o la 1ra. atención), desarrollada en demasía por los autistas de alto funcionamiento; su cuerpo felino representa la computación cuántica (o la 2da. atención) dañada en el autismo; y la unión de la cabeza y del cuerpo en la Esfinge entera representa la de-coherencia de la 3ra. atención, con daño en la esquizofrenia. (Cassella hipotetiza que la Esfinge fue construida hace unos 10-11 milenios como representación de un tigre con los colmillos- de-sable y del poder aterrador de la computación cuántica).
Si observamos la base compartida de los dos círculos de triangulación, en la dirección hacia el este, que se alinea con la mirada enigmática de la Esfinge (llamada "'abu alhawl" o "Padre del terror" en árabe), recogeremos 5 hipótesis:
Si develamos los secretos escondidos en la mente de los autistas, en el 'Arca de la Alianza' construida por Moisés, en los monumentos de Giza y en las obras de arte de Leonardo da Vinci, pudiésemos transformar en oportunidades de crecimiento los peligros impuestos por el terrorismo, el calentamiento global y cualquier otro problema mayor. Como se explica al comienzo de la próxima página, las consecuencias de dejar que la temperatura de la atmósfera baja de la Tierra suba abruptamente en más de dos grados Celsius o baje abruptamente en 10 grados Celsius sobrepasan los efectos previstos por el IPCC (Grupo Intergubernamental del Cambio Climático) para fines del signo XXI.
El desastre que pudiese golpear pronto la civilización humana deriva mayormente de la explotación acelerada del carbono de biomasas enterradas desde el Devónico. Como todos los hidrocarburos, también el petróleo y gas debajo de Groenlandia alimentan el excremento del diablo. Su explotación eventual profundizará la trampa autística o esquizofrénica que amenaza a nuestros descendientes, antes de cubrirlos con el manto de una muerte prematura. El conocimiento de por qué nuestra mente autista se opone a nuestra mente esquizofrénica, sin embargo, pudiese ayudarnos a salir de la trampa de utilizar sin control los combustibles fósiles o la super-mata Azolla.
La heurística logos muestra que el autismo es causado por la dificultad mental de . . .
la esquizofrenia, por la dificultad de . . .
En otras palabras, el autismo y la esquizofrenia están relacionados respectivamente con fallas cognitivas del infinito y de la nada (el cero transcendental).
El viaje por el infinito hacia la nada (o la fase de coherencia de la computación cuántica), en el funeral de los faraones de la cuarta dinastía egipcia, sugiere que la Esfinge representa la Tercera Atención o la luz al final del túnel. Dentro de la decoherencia cuántica, la Esfinge pudiese ser considerada una metáfora de la resurrección mental adscrita a la llegada del Tercer Punto en cada individuo, su cultura y en la civilización global.
Aunque las hipótesis anteriores pudiesen parecerles una locura a algunos, están en resonancia con creencias muy antiguas sobre las raíces de la naturaleza y de la organización social volcada al Progreso. Dentro de un ejemplo hipotético, después de haber recibido de los sacerdotes de la Casa de Thoth (quizás por orden de la reina-faraón Hatshepsut) las enseñanzas egipcias sobre la naturaleza de la naturaleza y de la mente humana, Moisés las colocó en forma de cristales (Tumim y Urim) en el Arca de la Alianza heredada por el rey Salomón.
En el siglo X (10mo.) AEC, la reina de Saba vio los símbolos salomónicos y entendió su importancia. Sus marineros pudiesen haber llevado el significado de esos símbolos a la India, China y al Mesoamérica de los olmecas. De allí, las ideas de Moisés y Salomón pasaron a algunos sabios de los maya/teotihuacanos/toltecas/aztecas. Finalmente, los conocimientos egipcios e israelíes llegaron al chamán yaqui don Juan, quien explicó su significado al antropólogo Carlos Castaneda (1968, 1972, 1987 1991), desde los sesenta.
Como en el juego chino "Whispers" sobre la acumulación de distorsiones de comunicación, Castaneda comprendió demasiado tarde la trascendencia cognitiva de las enseñanzas de don Juan. En verdad, los profesores de la UCLA (University of California at Los Angeles) y la ciencia actual no pueden entender aún las consecuencias de la velocidad infinita herida en el autismo y de la nada comprometida en la esquizofrenia.
De todas formas, Cassella cree que el autismo, la esquizofrenia y, sobretodo, el regreso de Quetzalcóatl lograrán convencer a científicos que han renunciado a entender las verdades escondidas en cualquier Texto Sagrado, escula filosófica y en cualquier obra maestra del arte. Con el tercer punto, todos podemos pasar, de leer y leer, a leer; al igual que un hombre- o una mujer-de-conocimiento. Así lo hicieron, por ejemplo, Moisés y Leonardo da Vinci; el mensaje de la próxima sección.
Si el Arca de la Alianza en Axum (Etiopía) no es 'El Arca', es de todos modos una metáfora (Cassella, 2019a) de los 3 pasos de nuestra capacidad cuántica para resolver un problema:
Moises colocó los cristales Tumim y Urim en el Efod de su hermano Aaron; y colocó esa vestidura en el Arca porque los sabios egipcios le habían revelado el secreto del cruce del Cayado con el Mayal en el Tercer Punto de Osiris.
Ese secreto también se esconde en la pregunta de la filosofía Escolástica medieval, "¿Cuántos ángeles (el infinito de la Ubicuidad) pueden danzar en la punta (la nada de la Coincidencia) de una aguja (la Unidad)?"
La decoherencia cuántica completa la unión del Pastoral con el Mayal, o de los cristales Tumim y Urim que Moisés colocó en su Arca, la naturaleza de la naturaleza y la danza de la unidad con el infinito y con la nada:
La de-coherencia cuántica puede ser vista como la 3ra. atención, o como la parte de la computación cuántica que escapa de la locura, siempre que aterrice en la 1ra atención.
La danza de la ciencia con la filosofía, el arte y la religión podría ayudarnos a escapar de la locura para unir el infinito con la nada.
Esa unión puede realizarse en el seno de la Tercera Atención y en el sueño de Progreso propuesto hace unos dos siglos por el Beato cura roveretano Antonio Rosmini (desarrollado con las 5 llagas de Cristo al final de la próxima pagina).
La Danza entre la unidad, el infinito y la nada precede nuestra percepción de la belleza de una Obra de Arte, de un Texto Sagrado y de nuestra victoria con los ángeles de la Ubicuidad y de la Coincidencia. Esos ángeles fueron ubicados por Moisés en el tope del Arca de la Alianza.
Ya que estaba al tanto del valor de la infinitud y de la nada, Leonardo da Vinci colocó los ángeles correspondientes a esos dos hitos cognitivos en la parte superior de su cuadro desaparecido, "La Natività".
La pintura denominada "Natività" ('Navidad', a la izquierda) está colgada en una pared de la iglesia de 'Santa Maria de los Canales' en Tortona (AL, Italia).
Sin la nube, los ángeles de la Ubicuidad y de la Coincidencia estarían dentro del establo; y sin los ángeles, la nube estaría fuera del establo. Juntos, los dos ángeles y la nube están adentro y afuera a la vez (Ubicuidad) y comparten el mismo espacio al mismo tiempo (Coincidencia).
En la Navidad, . . .
Leonardo también escondió las tres atenciones de la naturaleza y de la mente humana en su mural desaparecido 'Lotta per lo Stendardo' ('Lucha por el Estandarte', a la derecha y abajo en la figura de arriba), la pieza central de su arruinada 'Battaglia di Anghiari' ('Batalla de Anghiari').
En la Lucha por el Estandarte, la confrontación (1ra. atención) diseñada por la 3ra. Atención de Leonardo exalta vencedores (los florentinos) y vencidos (los milaneses) simultáneamente: un truco silencioso y elegante, que Giorgio Vasari no quiso destruir.
Cassella cree que Vasari escondió el centro de la Lucha por el Estandarte a 7,035 metros debajo del centro de su Battaglia di Marciano ('Batalla de Marciano') en el Salón de los 500, del Palazzo Vecchio (Palacio Viejo) de Florencia (Cassella, 2017c).
De acuerdo con Antonio Cassella, si se perfora un hueco de 1/2 pulgada de diámetro entre 0,915 y 1,300 metros del piso, en la vertical que baja de la garganta del soldado a punto de morir en el suelo de la Batalla de Marciano, un laparoscopio mostrará la garganta del soldado a punto de morir en el suelo de la Lucha por el Estandarte.
El cruce de dos triangulaciones primarias en el Egipto del siglo 26 AEC, el Arca de la Alianza, y la "Natividad" de Leonardo sugieren que la leyenda de Quetzalcoatl y el Amor de la Diosa Madre guardan relación entre sí y con la jerarquía distribuida del cerebro humano.
En fin, como puerta cerrada la nada de la Coincidencia es el límite de la coherencia de la 2da atención. Y como puerta abierta es el comienzo de la decoherencia de la 3ra atención. La próxima sección muestra el viaje de ida (coherencia cuántica) de Quetzalcóatl y su regreso (decoherencia) a una faceta autista renovada.
LA LEYENDA DEL VIAJE DE IDA Y VUELTA DE QUETZALCÓATL
Aunque va como 'Serpiente-pájaro' ("Cóatl-quetzal), desde la percepción del espaciotiempo compartido (en la tierra que sostiene la serpiente-coatl) al cielo de la locura (que acoge el pájaro-quetzal), 'Quetzalcoatl' escapará de la locura. Como metáfora del Progreso, el (o ella) regresará del encuentro del infinito con la nada (en la conjunción superior) hacia un espaciotiempo renovado en la conjunción inferior. Los autistas no pueden regresar porque no pueden ir.
Es bueno tomar en cuenta también la degeneración de nuestra imaginación (la computación cuántica, el aprendizaje, el cristal Urim de Moisés, el bastón No'am de Zacarías, o el Nagual de los aztecas/toltecas) para pensar entre la necesidad autista (Tumim o computación clásica) y la casualidad esquizofrénica. En la naturaleza y en la mente humana hay algo más que la creatividad menos-que-perfecta entre la causalidad perfecta y la casualidad imperfecta propuesta por Charles Darwin. Al igual que en los locos, nos hemos vuelto ciegos a la jerarquía distribuida que reajusta la realidad.
La investigación de Antonio Cassella apunta a más que prevenir el aumento del orden autista en los niños; y del desorden esquizofrénico, en los adultos. El entendimiento de las raíces cognitivas del autismo y de la esquizofrenia al centro de la psicosis nos permitirá evitar la destrucción conexa a los cuatro jinetes del Apocalipsis:
Los últimos dos jinetes pueden ayudarnos a controlar los primeros dos. Ademas de evitar la destrucción en camino, la comprensión de la naturaleza del autismo y de la esquizofrenia pudiese guiar nuestra búsqueda y nuestro encuentro de un nuevo horizonte de educación de nuestros hijos en la resolución social de problemas cruciales.
En Meso-América, los sabios olmecas, maya, toltecas, y mexica/aztecas creían que el semidiós 'Pájaro-serpiente' "Quetzal-cóatl" (a la izquierda en la figura de arriba) podía dejar atrás la memoria de la realidad clásica (o el espaciotiempo) para ir hacia la locura, a través de mundos opuestos entre sí (hiperespacio cuántico), y regresar (a la derecha) por el hiperespacio de la computación cuántica hacia un espaciotiempo renovado.
Como lo implica la proxima sección, nuestra habilidad cognitiva de ir con la coherencia cuántica y de volver con la decoherencia es innata. Pero nos encontramos aún en la 2da atención. Para alcanzar la Tercera Atención y nuestro Tercer Punto, hemos de recuperar la conciencia de los valores sociales, que nuestros antepasados prehistóricos entendían muy bien.
Tanto la computación clásica como la cuántica son innatas en los seres humanos. Esa hipótesis se alinea a las consecuencias genéticas que hay cuatro veces más autistas varones que hembras, quienes poseen en general mejores cromosomas y valores que sus compañeros hambrientos de poder.
Los autistas de alto funcionamiento mantienen sin daño al nacer un vector cognitivo (véase el fondo izquierdo de la figura arriba) que Cassella equipara al cristal Tumim, cosido por Moisés en el efod (manto) que su hermano Aarón mantenía en el Arca de la Alianza.
También es posible equiparar el cristal Tumim al Cayado egipcio llevado por el dios Osiris y por todos los faraones, hasta el suicidio de Cleopatra VII. El Cayado egipcio (o el cristal judío Tumim) hace también el bastón Hovalim, la fe, el orden (o la verdad que se opone al caos desordenado y a la falsedad), el Tonal apreciado por los olmecas/maya/toltecas/mexicas-aztecas, la unidad mensurable y la computación clásica que protege los esquemas "invariables" almacenados en la corteza cerebral de los humanos.
Sin la computación clásica impuesta por el Tonal azteca, el mundo de orden de la realidad compartida en un yo cuerdo se desvanecería. Después de todo, la computación cuántica protegida por el Nagual azteca necesita de una plataforma desde la cual pueda emprender el vuelo hacia el infinito que rodea toda duda.
A manera de ilustración, después de que Jacobo (Santiago, Jaime, Jacobos) robara la bendición de Isaac, que le pertenecía a su hermano gemelo Esaú, el Engañador (Jacobo) tuvo que dejar atrás su hogar-cayado, en el camino del Mayal egipcio, Urim (o el No'am de Zacarías). Quizás Jacobo temía la rabia de Esaú; o quizás seguía su propia valentía, su curiosidad, sus sueños, sus esperanzas, y el consejo de su madre Rebeca.
Antes de vencer la locura, Jacobo soñó en Betél sobre una rampa (la computación cuántica) que iba de la tierra (la computación clásica) al cielo (la falta de realidad del loco, también protegida por la computación clásica). La imagen de ángeles que subían y bajaban por la rampa es una metáfora de la creatividad de la persona no-autista. Dentro de distintas opciones de ser soñadas por la coherencia cuántica, la 2da. atención sube del autismo a la esquizofrenia; y en la vía hacia abajo recorrida por la de-coherencia, la 3ra. Atención deja atrás el desorden esquizofrénico para encontrar un nuevo orden autista. Esa es la Visión que Jacobo recibió del Arcángel Gabriel.
En Betel, Jacobo entendió que hay algo peor que la pobreza extrema: a) la pobreza cognitiva del simplón o de las personas con el cerebro lavado, que los ángeles cuánticos abandonan en el mundo visible; y peor aún es b) el espíritu cuántico de líderes que, por haber hecho un pacto con cohortes diabólicas, serán condenados a vagar en los confines de la locura hasta caer en el abismo que la rodea.
En resumen, el apego de los autistas al orden de una realidad compartida es mejor que el apego al caos de los locos. Eso nos dice que la libertad artística para pecar es mejor que la inocencia autística. Sabiendo eso, los tiranos diabólicos enfatizan su capacidad para imponer el orden; pero, ¿de qué sirve su orden estéril, apoyado en la tortura y en el lavado cerebral de algunos acólitos si al final conduce al caos?
Jacobo entendió en Betel que podía usar su capacidad para cabalgar el infinito de la computación cuántica para acortar el crecimiento de otros, como lo hacen los tiranos, o para crecer con otros, en la búsqueda de victorias conjuntas. Los tiranos que desconocen la democracia carecen también de la visión que lleva a la solución de un problema. Después de Betel, la Fuerza de la libertad llevó a Jacobo a un aprendizaje sobrio y a su redención en Penuel.
En Penuel, Jacobo luchó durante una noche entera con el Arcángel Miguel, una metáfora de su realización de que todo explorador del infinito ha de explorar la Voluntad de Dios antes de ejercer su voluntad.
Miguel vio allí que, al ganar su Tercer Punto, Jacobo había dejado atrás su diablo cuántico, su mente torcida y su egoísmo. En consecuencia, la Cara de Dios le torció a Jacobo una de sus piernas y cambió para siempre su nombre de "Jacobo" (o 'el engañador') a "Israel," o 'Aquel que lucha con y es salvado por Dios'. Al fin de cuentas, una pierna torcida es mejor que una mente torcida.
Después de Penuel, Israel abrazó la voluntad paciente que busca crecer con y ganar con otros. Jacobo había dejado Betel en la pobreza y dejó atrás Penuel en la riqueza. Al parecer, ni la pobreza ni la riqueza podían influenciar su voluntad de 'caminar con Dios'.
La tradición oral detrás del Genesis y de la historia de Jacobo fueron descritas por Moisés. Ese príncipe de los profetas escondió en el Pentateuco (los primeros cinco libros de la Biblia) los valores sociales necesarios para cambiar los peligros conexos a la solución de problemas cruciales en un nuevo horizonte de Progreso.
Similarmente, el Águila Tolteca/Mexica es una metáfora del regreso de Quetzalcóatl, que llevará a los hijos de nuestros hijos a salvar el ciclo del agua de la Tierra, antes de alcanzar el planeta acuoso que gira alrededor de Proxima Centauri, la estrella más cercana al Sol; o a transformar el planeta Venus en la Tierra que hospedaba los tigres con colmillos-de-sable.
Entender el autismo, la faceta autista y la faceta artista de la mente humana nos llevará a:
Como lo hicieron Gilgamesh (el rey de Uruk en la Sumeria del siglo 27 AEC y una metáfora de la computación clásica) y Enkidu (un hombre primitivo, el mejor amigo de Gilgamesh y la corrupción de la computación cuántica) cuando mataron a Gugalanna (o la plaga enviada por la diosa madre Ishtar para vaciar las calles de Uruk), al final derrotaremos cualquier molestia temporal (por ejemplo, la pandemia ocasionada por un virus que puede ser controlado a través de vacunas).
De acuerdo con un escrito sumerio de hace 4.000 años, la Epopeya de Gilgamesh, Enkidu murió después de la lucha con Gugalanna a razón de una mezcla de soberbia y locura. A pesar de haber perdido a Enkidu, un arrepentido Gilgamesh halló la planta de la inmortalidad que le había sido señalada por el sabio inmortal Utnapishtim, pero la perdió en el camino de regreso a Uruk por su escasa sobriedad y sus malas costumbres.
En otras palabras, si perdemos la creatividad de nuestro lado artista (Enkidu), nuestro lado autista (Gilgamesh) solo no logrará aprovechar el secreto de la Tercera Atención (la planta de la inmortalidad) aportado por el regreso de Quetzalcoatl. En ese caso, seremos víctima fácil del terrorismo y de las consecuencias durante millones de años del calentamiento global.
La próxima página profundizará el análisis del calentamiento global y de la semejanza entre la organización del cosmos y la organización del cerebro humano.
En lo que atañe referencias a artículos y libros escritos por Antonio Cassella, agradecemos al lector que examine el listado presentado en la página de su biografía.
Andrew, G. (1999). The epic of Gilgamesh. London: Penguin Books.
Castaneda, C. (1968). The teachings of Don Juan: A Yaqui way of knowledge. New York: Simon and Schuster.
Castaneda, C. (1972). Journey to Ixtlán: The lessons of Don Juan. New York: Simon and Schuster.
Castaneda, C. (1987). The power of silence: Further lessons from Don Juan. New York: Simon and Schuster.
Castaneda, C. (1991). The Eagle’s gift. New York: Simon and Schuster.
Euler, L. (1748). Introductio in analysin infinitorum. Bosquet: Lausanne. Feynman, R. P. (1985). The strange theory of light and matter. Princeton, N.J.: Princeton University Press.
Gaukroger, S. (1995). Descartes: An intellectual biography. Oxford: Clarendon Press.
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Ward, P. D. (October, 2006). “Impact from the Deep.” Scientific American, 295, 64-71.
Voigt, W. (1887). Ueber das Doppler'sche. Princip. Nachr. Ges. Wiss. Gottingen 8, 41-51.
Copyright © 2019-2023 Antonio Cassella- All the rights are kept. Reviewed on September 19, 2023
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